Fue en un viejo bar a las afueras de la ciudad, este lugar tiene un aura misteriosa que le ha ganado una reputación y un apodo que resuena más que su nombre real, “El Bar perdido”, y como si fuera poco, una leyenda urbana corre por las calles con este lugar como protagonista. Pero eso es un cuento para otra ocasión.
Sostenía mi vaso frente a mi rostro, los colores marrones con luces tenues del lugar hacían un hermoso caleidoscopio a través del cristal lleno de alcohol. Era la segunda botella de Vodka que me bebía. La música del escenario tomo un rumbo un poco más triste, un chico se paró en el escenario con solo más que una armónica en sus manos, su triste melodía logro hacer crecer la melancolía en mi pecho, y como si se tratase de un sucio truco publicitario pedí otra botella para apagar más rápido la pena de mi pecho.
Los sentimientos son una basura, los humanos evolucionamos tanto que somos conscientes de eso, sabiendo que son estos los que nos hace quienes somos y cargamos con almas desechas por las emociones. Muchos recurrimos al licor, nubla nuestras cabezas y apaga los sentimientos que nos hacen tanto mal, nos ayuda lidiar con el abandono, penas y traiciones…
Entre mi nublada cabeza llegan recuerdos de un mejor ayer, del día en que la conocí. La mujer más elegante en una junta de ricachones estrafalarios, yo un era un joven soñador, con ambiciones y con hambre de algo más que solo un puñado de ricos a los cuales robarles.
Me di cuenta que estábamos destinados a estar juntos cuando ella saca su metralleta y me toma como rehén en la fiesta, al momento de tomarme entre sus brazos y apuntarme con su arma robo lo más importante para cualquier hombre… el corazón. Salió del lugar con joyas a montón y un idiota enamorado, claro me presente como todo un caballero cuando me soltó en el fango, la felicite por su osado actuar y le explique la situación, gane su confianza, y con el tiempo su amor.
Linda historia, ¿verdad?, pero no todo termina con un “vivieron felices para siempre”. La expresión “ella me apuñalo el corazón” se puede tomar en sentido literal cuando se trata de amor entre ladrones. Diferencias de opinión, supongo, el dinero era más atractivo para ella que un hombre.
Ahora espero por ella, en este bar tan particular. Después de nuestro trágico quiebre ella comenzó a extrañar una pareja a la cual amar. La mujer le entrega su amor, su cuerpo y lealtad, él le entrega un disparo en la cara, le quita su dinero y su vida...
Una mujer se sienta junto a mí y comparte la botella de vodka, tiene un hermoso cuerpo y una cara desfigurada por una bala.
Nota: gracias por leer.